lunes, 11 de mayo de 2009

9° Encuentro de la UAC en San Juan





Cambiar el modelo
por Leonardo Macciocchi





El noveno encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) que se llevó a cabo durante los últimos días de abril en la provincia de San Juan, puso de relieve no sólo la perversidad del proyecto minero que impulsa la empresa canadiense Barrick Gold –que dejará sólo contaminación y saqueo-, sino que además puso en evidencia la necesidad de reelaborar un modelo de país desde una participación activa de todos los ciudadanos.
En la Argentina, el modelo que impera es el de la concentración, que atenta contra la naturaleza y contra el pensamiento. Respecto a la naturaleza, los ejemplos sobran. Las corporaciones mineras y sojeras continúan apropiándose de los recursos naturales del país para elevar aun más sus ganancias exponenciales. “Hemos perdido la soberanía nacional. Hoy no somos un país soberano, no tenemos recursos: no tenemos el petróleo, no tenemos el agua, no tenemos la tierra. Todo esto lo siguen despilfarrando, y se sigue vendiendo el país”, declaró el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, durante el foro en San Juan.
En relación a la concentración que atenta contra el pensamiento, el ejemplo cabal lo constituye los medios de comunicación. Gracias a la ley de radiodifusión, sancionada durante la última dictadura, la información está concentrada en pocas manos, y ha pasado a ser una mercancía en lugar de ser un derecho humano determinante para la vida democrática. Respondiendo a los intereses políticos y económicos, los monopolios mediáticos ofrecen una información tendenciosa, tergiversada, sobre un aspecto de la realidad. Por eso no fue casual que los diarios sanjuaninos, que responden al gobernador Gioja, calificaran a los participantes del foro de la UAC como “ecoterroristas”, por el hecho de debatir sobre la idea de “desarrollo” que se ha instaurado en esa provincia de la mano de la minería a cielo abierto.


Cosmovisión indígena

El concepto de desarrollo fue el eje transversal de las discusiones entabladas en el encuentro de la UAC. Es una noción asociada al progreso, al crecimiento del país. Pero es un crecimiento para unos pocos, a costa del sufrimiento de muchos. Según el gobierno nacional y el de San Juan, el desarrollo del país consiste en extraer los recursos de la naturaleza, contaminando la tierra, el agua, el aire, arruinando las economías regionales. En síntesis, un desarrollo depredador.
Frente al avance desenfrenado de ese desarrollo, la filosofía de las comunidades indígenas, basadas en el respeto por la naturaleza como fuente de vida resultan indispensables para hacer posible la supervivencia en el planeta. “Sólo recuperando esas filosofías de vida de los pueblos originarios, es posible que el planeta Tierra quede con vida; de la otra manera vamos al fin”, advirtió Paz Argentina Quiroga, representante de la comunidad Huarpe que estuvo presente en las asambleas en San Juan, ya que “no hay progreso ni desarrollo cuando se destruye lo que nos da vida”.